domingo, 30 de marzo de 2014

MINERVA Y EL CENTAURO

Minerva:
ASPECTOS SOMBRÍOS DEL ARQUETIPO DEL SANADOR, o EL SANADOR NO MANIFESTADO
"Experimentamos el lado sombrío del sanador cuando descuidamos nuestra propia salud y bienestar. Cuidar de nuestra salud requiere un compromiso con los hábitos que afirman la vida. Cuando caemos en há­bitos que no afirman la vida, el niño herido del Sur revela el aspecto sombrío de este arquetipo: se siente lleno de necesidades, se retira, y aca­ba siendo un mártir. El arquetipo del sanador tiene un aspecto sombrío que revela nuestra naturaleza adictiva y nuestros comportamientos que niegan la vida. Solemos denominarlos adicciones. Debajo de cada adicción puede muy bien haber un individuo que sea un mártir indulgente, incapaz de buscar su propia salud y bienestar. Cuando insistimos en es­tos comportamientos abrimos las puertas a la enfermedad y al malestar.
LAS CUATRO ADICCIONES UNIVERSALES
1. La adicción a la INTENSIDAD. suele estar presente en los individuos que no soportan el aburrimiento. Si las cosas se vuelven rutinarias y sin chispa, la gente adicta a la intensidad dramatiza y exagera sus experiencias para sen­tirse viva. Muchas de estas personas utilizan las drogas, el alcohol o el sexo para intensificar su vivencia y crear la ilusión de más chispa y vitalidad. La intensidad es el lado sombrío del amor. En este caso, el recurso humano no reconocido es la expresión del amor
2. La adicción a la PERFECCIÓN. Algunas so­ciedades indígenas perciben claramente la diferencia entre perfección y excelencia. La perfección no tolera los errores, mientras que la excelen­cia los incorpora y aprende de ellos. Las personas adictas a la perfección muestran poca tolerancia hacia los errores o a exponerse a cualquier vul­nerabilidad, sea del tipo que sea. Equiparan la vulnerabilidad con la de­bilidad más que con la fuerza. Contrariamente a esta visión, las socieda­des indígenas consideran que la expresión de vulnerabilidad es una muestra de fuerza.
El recurso humano no reconocido es la expresión de la excelencia y el uso justo del poder
3. La adicción a la NECESIDAD DE SABER. Cuando somos adictos a la necesidad de saber, nos convertimos en maestros del control y tene­mos fuertes problemas de desconfianza. Todo tiene que ser analizado, la información ha de ser controlada y debemos seguir una estrategia en las relaciones. Nos hacemos dogmáticos, justicieros, críticos y arrogantes. Estas características son el lado sombrío de la sabiduría. Si esta adicción está bien desarrollada, el recurso humano de la sabiduría, que conlleva características como la objetividad, la claridad y el discernimiento, está, esperando ser integrado.
4. La adicción a ESTAR ATADO A LO QUE NO FUNCIONA MÁS QUE A LO QUE FUNCIONA. Si esta adic­ción está muy desarrollada, existe una tendencia a exagerar las experien­cias negativas y a ampliarlas desproporcionadamente. Tendemos a mirar la vida desde una perspectiva fija, no reconocemos nuestros puntos cie­gos y somos incapaces de confiar en la intuición. Esta adicción es el lado oscuro de las cuatro formas de ver: intuición, visión interna, percepción y visión holística. Las cuatro formas de ver nos permiten integrar plena­mente el don de la visión y liberarnos de la adicción que nos fija a lo que no funciona. Cuando esta adicción está plenamente desactivada, comen­zamos a mirar y valorar las bendiciones, dones, talentos y recursos de que disponemos en nuestra vida".
(Las Cuatro Sendas del Chamán, Ángeles Arrién)

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