El Gran Misterio
Una comprensión, una observación, gran introspección. Un regalo, un dón del Universo.
Nuestra conexión es Animal, por allí nos encontramos él y yo naciendo en ese Caribe de bailadores, cotorras y cocoteros.
Mágico aprender de tan bellos compañeros de viaje.
Maestros disfrazados de plumas, picos, y pelos. Animales del Amor incondicional que acompañan nuestro despertar, nuestra consciencia de hermandad. Somos una sola familia en eterno movimiento durante galaxias y eones. Mutamos para convertirnos en Divinos atardeceres, en Estrellas y Soles.
Ellos nos escogen, nos hacen creer y sentir superiores, pero que belleza como dice la poesía – cuando la libertad impoluta que navega dentro – descubrirnos en ellos como espejos; navegando, volando y jugando libres como soñamos Ser – Lo.
Según la cosmovisión Chamánica, conectamos energéticamente con las cualidades de nuestro Animal de poder, ese que internamente se ofrece a guiarnos a través de nuestro viaje para facilitarnos el proyecto de vida, lo más transcendental.
En la suprema verdad del Tao, la verdad no puede expresarse en palabras. Por ello, el Maestro no tiene nada que decir. Simplemente se dona a sí mismo como servicio, y nunca se preocupa. Esta máxima la podemos observar, sin lugar a dudas, en nuestros hermanos, los Animales.
Jose Tamayo
Colaborador de Scavug en Barcelona
totecomm@gmail.com
Escrito para el Prólogo del libro del escritor Colombiano Fulton Púa : Zoología del Placer
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