Los defensores de los animales contamos cada vez con más herramientas para denunciar el maltrato y más abogados
dispuestos a aplicar el Derecho en esos casos, pero el objetivo último
está aún lejano: el reconocimiento legal de que los animales no son
cosas, sino seres sintientes con derechos concretos que deben ser
preservados y protegidos.
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Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.
Benito Juárez
Los derechos legales y naturales de los animales
Quienes defendemos a los animales nos encontramos a día de hoy con dos
talones de Aquiles: el primero es que vamos contra la moral y la
costumbre de la época, que considera a los animales como recursos, e
intentamos avanzar en la consideración de los animales como sujetos de
derechos a pesar de esta norma social imperante; el segundo, un panorama
legal tan abrupto y con tantos matices que puede desalentar a los
activistas y a los abogados más curtidos.
Los animales son sujetos morales y por tanto tienen derechos, como explicó el filósofo Oscar Horta
en este mismo diario. Los derechos naturales son los que les
corresponden como sujetos de intereses y seres con capacidad de sentir,
como son el derecho a la vida o a no ser torturados física ni
psicológicamente. Estos derechos naturales no están contemplados aún en
ninguna constitución del mundo pero, en cambio, los animales sí pueden ser sujetos de derecho legal en algunas ocasiones.
Si las empresas pueden ser personas jurídicas cuyos intereses hay que
proteger, ¿por qué los animales que sienten y sufren como nosotros no
van a disfrutar de tener más derechos que un comercio? Pues en la
práctica es difícil la aplicación de leyes efectivas cuando no se
ha producido la separación entre el animal y el objeto, y los animales
son considerados objetos de nuestra propiedad. Así, mi perra Isis, no
sería parte de mi familia sino de mis activos personales. Esta
distinción básica, que debería hacerse efectiva ya, avanza tan
lentamente que hace del derecho legal una tarea de titanes.
La primera asociación dedicada a promover los derechos de los animales fue el Animal Legal Defense Fund,
fundado en 1979 por Joyce Tischler. Utilizaban el derecho como
herramienta para proteger las vidas e intereses de todos los animales.
Los casos más comunes en los que se requiere una defensa legal han
dejado de ser noticias extravagantes para ser una preocupación real en
la vida de cualquier persona que conviva con un animal. Estos abogados
ofrecen asesoría y apoyo para saber qué hacer si queremos dejar en
herencia nuestros bienes a los animales, cómo defendernos ante las
negligencias veterinarias o cuáles son nuestras opciones en el caso
(excepcional) de que nuestro perro muerda a una persona. También podemos
recurrir al derecho para resolver conflictos que pueden surgir en
nuestra vida cotidiana: por ejemplo, tras la firma de un contrato de
adopción, a través del cual la protectora asegura el bienestar del
animal; en la separación de parejas, para decidir quién se queda con la
custodia de esos miembros de la familia; o, muy importante, para saber
qué podemos hacer legalmente cuando somos testigos de casos de maltrato
animal.
En este sentido, asociaciones en defensa de
los animales han desarrollado incluso aplicaciones para que ciudadanas y
ciudadanos podamos agilizar los procesos de denuncia por maltrato
animal a tan solo un clic del teléfono. Es el caso de la aplicación “ Alerta Animal”, creada por el Observatorio Justicia y Defensa Animal. También está a nuestra disposición la herramienta " Yo denuncio", desarrollada por el Partido Animalista (PACMA). Los conocimientos en materia legal se ponen así al servicio de la sociedad
para ayudar a los animales, retomando, 30 años después, el testigo del
Animal Legal Defense Fund. Nuria Menéndez de Llano Rodríguez, asesora
legal en Derecho Animal y Ambiental, y Directora del Observatorio
Justicia y Defensa Animal, explica: “Desde el punto de vista normativo
se hace necesaria una reforma del Código Civil, que data nada menos que
de 1889, para que deje de considerar a los animales cosas y sean
reconocidos como los seres sintientes que son, todo ello de conformidad
con el derecho comunitario, que ya asume ese diferente estatus legal de
los animales".
La situación legal en España
El Código Penal de 1995 contemplaba por primera vez una defensa efectiva en materia legal para los animales. “El
articulo 632 establecía 'los que maltrataren cruelmente a los animales
domésticos o a cualesquiera otros, en espectáculos no autorizados
legalmente, serán castigados con la pena de multa de diez a sesenta
días'", explica el abogado Loïs Laimene Lelanchon en un artículo publicado en derechoanimal.info, web de animales con derecho, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La reciente reforma del código penal en España fue algo más específica pero aún es insuficiente, como denuncia PACMA.
Además, contamos con el agravante de que cada Comunidad Autónoma tiene
su propia legislación en temas de protección animal, por lo que
encontramos vacíos legales y “puntos negros” de maltrato animal dentro de nuestra geografía. Según un estudio de la fundación Affinity, Castilla La Mancha y Extremadura están a la cabeza en la lista de maltrato a animales domésticos, aunque en el informe de la Guardia Civil es Andalucía
la Comunidad que encabeza la lista de animales agredidos desde el año
2008. Y mientras haya esos vacíos legales, existirán esos “puntos
negros” con absoluta impunidad.
Estos datos, por otra parte, son insuficientes, pues nunca se hacen listas ni se lleva la contabilidad del número de animales maltratados en los mataderos, ni en las plazas de toros, ni en los encierros de las fiestas patronales. Aquí la justicia es ciega y protectora de la infamia colectiva de nuestro país.
Raquel López Teruel, fundadora del despacho especializado en Derecho Animal " De Animals”,
nos asegura que “falta conciencia política y social en el sentido de
que abandonar un animal doméstico es un hecho sancionado en el artículo
631.2 del Código Penal”. Esta abogada también pone de relieve la falta
de un registro de
personas maltratadoras al que tengan acceso las Comunidades Autónomas y
ayuntamientos, con la excepción de Valencia, donde se puso en marcha la
iniciativa para evitar futuras adopciones por parte de estos individuos.
Urge para los animales una reforma efectiva del Código Penal y la
creación de una Ley Nacional que ampare a todos los animales,
independientemente de su especie, como sujetos de derechos. Uno de los
ejemplos más ilustrativos es el hecho de que, en España, las peleas de
gallos están autorizadas en las Islas Canarias, Andalucía y Murcia.
En la carrera de Derecho en nuestro país, apenas hay materias
relacionadas con los animales. Solo hemos podido encontrar el máster de
Derecho Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta universidad
acogía recientemente el II Global Animal Law Conference,
donde se pusieron en común los avances de cada país en material legal.
En el Ilustre Colegio de Abogados de Valencia, el ICAV, se celebrará el
próximo 3 de octubre un seminario de Derecho Animal que, según ha
informado Amparo Requena, portavoz del Departamento Jurídico de Modepran,
incluirá ponencias de Judicatura, Policía, Abogacía y Fuerzas de
Seguridad, entre otros. Se pretende así concienciar a abogados, jueces y
fiscales de la necesidad, no solo de conseguir sentencias ejemplares,
sino de un endurecimiento en las mismas leyes. El Colegio de Abogados de
Barcelona también dispone de una Comisión de Protección de los Derechos de los Animales, presidida por Magda Oranich.
¿Abogados de las causas perdidas?
A veces la situación de maltrato extremo a la que son sometidos los
animales puede sobrecogernos. Pero, sin duda, hay profesionales que
dignifican la abogacía y el derecho luchando por causas que muchas veces
parecen perdidas de antemano.
Contamos con varios centros de defensa de los animales, como Animalex, que “nace
con el objetivo de ejercer una práctica jurídica desde la perspectiva
de los animales que contribuya a normalizar la defensa de sus intereses
en sus relaciones con particulares y empresas, en el funcionamiento de
las administraciones públicas y ante los Jueces y Tribunales”. Animalex es un bufete de abogados especializados en derecho animal ubicado en Euskadi y fundado por María González Lacabex.
En el Centro Legal para la Defensa de los Animales,
asociación sin ánimo de lucro formada por varios abogados, realizan,
entre otros servicios, una labor de asesoramiento jurídico a
organizaciones y protectoras por solo 9 euros al mes. Está dirigida por
el prestigioso abogado de derechos animales, Daniel Dorado, quien
también lleva el caso de ofensiva legal y represión policial
contra los activistas por los derechos animales de dos organizaciones
españolas: la ya desaparecida Equanimal e Igualdad Animal.
Uno de los ejemplos más acuciantes de vacío legal en nuestro país lo
sufren los ocho santuarios de animales operativos en España que no
tienen reconocimiento como figura jurídica. La abogada animalista Laia
García Aliaga trabaja para lograr que se otorgue el reconocimiento específico de “santuario”
a todos estos centros. Así podrán conseguir una seguridad legal en
temas administrativos y fiscales, y serán una institución reconocida y
valorada en el Estado español. No podemos conformarnos con menos cuando
estos refugios son el único lugar que tienen los animales oprimidos para
vivir en libertad.
Otra reconocida abogada en
defensa de los animales en España es Anna Mulá, una de las mentes
brillantes capaces de poner en jaque a la mezquindad taurina, ya que fue
una de las promotoras de la victoria en Cataluña de Prou!, legendaria Plataforma que logró la abolición de las corridas de toros en la parte Este más avanzada de nuestro país.
Y cada vez más despachos como Logan Lex,
en Madrid, se dan cuenta de la importancia que tienen los animales
dentro de nuestra sociedad e incorporan la especialidad de derecho
animal dentro de sus servicios.
Es indudable que nuestra Marca España está manchada de sangre. Ya fuimos portada en el diario The Economist
con esa foto de la silueta de un toro y la “s” cayendo de la palabra
"pain", dolor en inglés. Son tantos los casos de delitos contra los
animales que no hay tribunales capaces de asumir tanta miseria humana.
Tenemos que aprender a respetar el derecho ajeno como camino hacia la
paz, y este, irremediablemente, pasa por todos los animales.
Defender a los animales en todos sus frentes es necesario y tener la
legalidad de nuestra parte es importante. No son pocas las veces que, en
la historia de la humanidad, la desobediencia civil ha ridiculizado a
la legalidad más obsoleta. Pero las leyes son necesarias y pueden
cambiarse si nosotras lo hacemos posible.
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