A MIS ANCESTROS LES PIDO por Alonso del Río

"Y a mis ancestros les pido la memoria de mi compromiso"
Alonso del Río
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El eclipse solar de este 28/29 de abril toca en el signo de Tauro, regido por Venus. Forma aspectos cercanos, íntimos, con la Luna y Mercurio.

Este eclipse toca en lo general dos temas: Salud y Comunicación, en armonía. Ha llegado el momento de establecer nuevas formas de relacionarnos con nosotros y con los otros, en términos de armonía, mirando nuestra siembra con nuestras relaciones de naturaleza terrenal y humana.
Si imaginamos que la Tierra es el Gran Hogar de todas y todos, si miramos lo que hemos sembrado podremos saber cuáles serán las cosechas. ¿Cómo es mi comunicación con los árboles, con los animales, con las rocas, con los ríos, con este inmenso jardín de vida para sembrar vida?
Tauro nos invita a mirar lo que consideramos "la buena vida", nos hace un llamado a encontrar aquí y ahora esa armonía tan anhelada, ese paraíso terrenal, para habitarnos en una mente colectiva, en lugar de una mente centrada en el ego, en el yo solitario.
Este eclipse, es una continuación del eclipse lunar, en donde un ciclo de la emoción y el corazón individual creció, se llenó y menguó en cuestión de horas, soltando, y gestando un nuevo inicio. Ese ciclo tierra-luna conecta ahora al ciclo luna-sol, como siendo mensajero de la siembra y el anhelo pedidos.
"Así como es arriba es abajo". Miremos la forma en la cual nos comunicamos, ¿somos impecables con nuestra palabra? ¿la cumplimos? ¿hacia dónde la llevamos? ¿permitimos que nuestra vida esté alineada con lo que hablamos? ¿qué cosas escondemos en nuestras palabras?
Miremos también qué cosas nos han sido escondidas a nivel colectivo, indaguemos en la historia, en lo desconocido, y miremos qué resuena con nosotras, ¿de qué nos hemos perdido? ¿de qué nos han tenido alejadas? ¿de qué historia no nos sentimos parte?
Saquemos a la luz esas palabras, conocimiento e intenciones escondidas. Integremos esa fuerza en nosotras, recordemos la memoria de las ancestras, las historias iniciáticas de las mujeres, de la llegada de la primera luna, de las lunas llenas, de eso que era considerado "prohibido" pero que lleva en sí una esencia de profundidad sanadora.
Bajar el ritmo de nuestras conversaciones, el ruido entre nosotras y todas nuestras relaciones, nos lleva a conectar con esa matriz que nos contiene, con esa voz chamánica, palabra transformadora, básica y de luz para nuestra salud colectiva, dejando atrás los parloteos, la palabra vacía.
Encontrar estabilidad, suficiencia en nuestras conversaciones, en el alimento y sustento de nuestra humanidad, nos llevará al equilibrio integral de nuestra salud física, emocional y de inteligencia, individual y colectiva. Poseer la voluntad para hacerlo es la semilla que podemos aportar-nos hoy.
Sembremos una semilla llena de amor, con la memoria de la transformación en ella. Alegres, serenas y desprendidas seamos el rezo-bendición que los ancestros elevaron siete generaciones atrás.