martes, 8 de julio de 2014

RAJU VOLVIÓ A LA LIBERTAD

Elefante encadenado llora después de ser rescatado de 50 años de sufrimiento

Esta desgarradora historia es del elefante Raju de la India que tuvo una vida muy dura. Después de ser arrebatado de su madre fue arrojado de un dueño a otro, hasta que quedó viviendo en condiciones terribles, sin refugio por la noche, y utilizado por mendigos como apoyo. Raju sobrevivió gracias a los turistas de paso y, a veces tenía que comer plástico y papel, mientras estaba encadenado las 24 horas del día. Una organización de la vida silvestre SOS-UK no podía soportar la injusticia y decidió salvarlo en una operación de rescate en la medianoche.

El elefante, dándose cuenta de que estaba siendo salvado, se puso a llorar: "Fue increíblemente emocional. Sabíamos en nuestros corazones que se dio cuenta de que estaba siendo liberado"- afirma Pooja Binepal, integrante de uno de los equipos de rescate en una entrevista con Presspeople. "Las lágrimas comenzaron a rodar por el rostro de Raju. Algunos, sin duda, se debieron a el dolor, pero también parecía sentir el cambio que se avecinaba. Sintió esperanza por primera vez"- dice otro rescatador Kartick.

 Raju pasó toda su vida en cautiverio entreteniendo turistas e invitados de su dueño. Después de darse cuenta de que su sufrimiento se acabaría pronto, él lloró lágrimas de alegría.

 Los elefantes tienen un hipocampo muy grande, una estructura cerebral ligada a la emoción que es mucho más grande que la de cualquier humano. Si bien no estamos 100% seguros, investigaciones científicas apoyan la opinión de que los elefantes lloran como parte de una respuesta emocional.
 
 El propietario de Raju trató de impedir el rescate, poniendo cadenas en las piernas y gritándole órdenes para aterrorizarlo. Sin embargo, los equipos de rescate se mantuvieron firmes. Mientras lo hacían, las lágrimas comenzaron a rodar por el rostro de Raju. "Sintió esperanza por primera vez", dice Kartrick.






Las cadenas estaban tan bien puestas que les tomó 45 minutos para liberarlo.


Raju fue llevado por valientes rescatadores a 350 millas al santuario con el apoyo del Centro de Atención y Conservación del Elefante en Mathura.

El elefante estaba tan agotado que apenas podía moverse.

Raju dio sus primeros pasos de libertad un minuto después de la medianoche del 4 de julio, finalmente disfrutando el sentimiento de independencia.

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