Arquitectura natural
El entorno natural todavía se las arregla para llenarnos con un sentido de admiración y asombro y a pesar de la cantidad de conocimientos científicos que la humanidad ha reunido, la naturaleza todavía tiene grandes misterios que nunca podrán ser capaces de desentrañar.
Esa complejidad tiene al hombre continuamente intimidado. Es esta frustración lo que nos lleva a intentar controlar la naturaleza e imponer el orden. Como resultado, nos hemos distanciado de la madre tierra a pesar de que nuestra supervivencia depende por completo de ella. Ahora estamos tratando de recuperar nuestra estrecha conexión con ella.
Hay un movimiento de arte emergente que está explorando la humanidad deseo de volver a conectarse a la tierra, a través del entorno construido. Se conoce como "arquitectura natural" y tiene como objetivo crear una nueva y más armoniosa relación entre el hombre y la naturaleza mediante la exploración de lo que significa diseñar con la naturaleza en mente.
Las raíces de este movimiento se pueden encontrar en corrientes artísticas anteriores como el movimiento land art de finales de los años sesenta. Aunque este movimiento se centró en la protesta por la falta de austeridad de las galerías y la comercialización del arte, logró ampliar el vínculo formal entre el arte y la naturaleza. Esto ha ayudado a desarrollar una nueva apreciación de la naturaleza en todas las formas del arte y el diseño.
El movimiento "arquitectura natural" tiene como objetivo ampliar el "land art", actuando como una forma de activismo en lugar de protestar. Esta nueva forma de arte tiene como objetivo captar la conexión armoniosa que buscamos con la naturaleza mediante la fusión de la humanidad y la naturaleza a través de la arquitectura. El concepto central del movimiento es que la humanidad pueda vivir en armonía con la naturaleza, utilizar sus recursos para nuestras necesidades, respetando su equilibrio.
El movimiento se caracteriza por el trabajo de un número de artistas, diseñadores y arquitectos que expresan estos principios en su trabajo. Las piezas son simples, humildes y construidas con los materiales más básicos. Debido a esto, los resultados a menudo se asemejan a la arquitectura indígena, lo que refleja el deseo
de volver a un mundo menos tecnológico. Las formas son despojadas hasta su esencia, expresando la belleza natural inherente de los materiales y la ubicación de la actuación. El movimiento tiene muchas formas de expresión que van, por ejemplo, en las intervenciones basadas en la localización de las estructuras construidas con materiales vivos. Todos los trabajos del movimiento comparten una ética central que demuestra un respeto y aprecio por la naturaleza.
Estas obras tienen el propósito de formular observaciones sobre la arquitectura y ofrecer un nuevo marco para acercarse a los edificios y estructuras. Pretenden infundir nuevas ideas en arquitectura por subvertir la idea de que la arquitectura debe refugiarse en la naturaleza. En cambio, las estructuras exponen deliberadamente los materiales naturales utilizados en el proceso de construcción. Vemos las ramas, las rocas y todos los materiales. El observador entiende estructuras no van a existir siempre.
Los materiales irán evolucionan con el tiempo, poco a poco hasta que la descomposición haga su trabajo. Estas características son intencionales, provocando a los espectadores a cuestionarse las convicciones de la arquitectura. Los diseñadores no están sugiriendo que la arquitectura debe cumplir con su visión, sólo están aportando ideas esperando que nos inspire a repensar la relación entre la naturaleza y el entorno construido.
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