Una investigación realizada en animales, pero también en personas, confirma los efectos de este medicamento
Un antidepresivo común podría sumarse al arsenal terapéutico para la enfermedad de Alzheimer ya que, según una investigación de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington en San Louis y la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), parece reducir la producción del compuesto principal de las placas del cerebro asociadas a este enfermedad: la proteína beta amiloide.
Se sabe que la acumulación de placas en el cerebro de esta proteína está estrechamente vinculado con los problemas de memoria y otros problemas cognitivos causados por la enfermedad de Alzheimer.
Por eso, muchas investigaciones trabajan en vías que sea eficaces a la
hora de detener estos acúmulos de placa para ver si así se puede detener
el declive mental característico del alzhéimer.
El trabajo que ahora publica la revista «Science Translational Medicine»,
realizado en ratones y en personas, muestra que el antidepresivo
citalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina
(ISRS), era capaz de detener el crecimiento de las placas en un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer. Y cuando se probó en adultos jóvenes que eran cognitivamente sanos, los investigadores vieron una única dosis del antidepresivo reducía en un 37 por ciento la producción de beta amiloide, el ingrediente principal de estas placas.
Prematuro
Aunque los resultados son muy alentadores, los autores del
trabajo advierten de que sería «prematuro» recomendar el consumo de
antidepresivos exclusivamente para retrasar el desarrollo de la
enfermedad de Alzheimer. «Los antidepresivos parecen estar reduciendo
significativamente la producción de beta amiloide –señala dijo el autor principal, John Cirrito, de la Universidad de Washington-.
Pero no hay que olvidar que los antidepresivos que aunque generalmente
se toleren bien, tienen riesgos y efectos secundarios». Por eso Cirrito
cree que hasta que no se pueda probar definitivamente que estos
medicamentos ayudan a disminuir o detener la enfermedad de Alzheimer en
humanos, «los riesgos no valen la pena. Todavía hay mucho trabajo por hacer», reconoce.
Beta amiloide es una proteína producida normalmente por
nuestro cerebro; sin embargo, se ha visto que sus niveles aumentan en el
cerebro de pacientes con alzhéimer, lo que produce un acumulo de dicha
proteína en forma de placas en el cerebro de los pacientes, aunque
también a veces están también presentes en cerebros cognitivamente
normales.
El papel de la serotonina, un mensajero químico en el
cerebro, en la reducción de la producción de beta amiloide también era
conocido. Algunos trabajos de otro de los autores, Yvette Sheline, de la
Universidad de Pensilvania,
ya había relacionado el tratamiento con antidepresivos con una
disminución de los niveles de la placa en personas cognitivamente sanas.
Pero no hay que olvidar que los antidepresivos que aunque generalmente se toleren bien, tienen riesgos y efectos secundarios
La mayoría de los antidepresivos sen
dirigen a mantener la serotonina que circula en el cerebro, por lo que
Cirrito y Sheline se cuestionaron si estos fármacos bloqueaban el
aumento de los niveles de beta amiloide y podían ralentizar la
progresión de la enfermedad de Alzheimer. «Nuestros estudios previos han
mostrado una asociación entre los antidepresivos y la reducción de la
carga amiloide en el cerebro -apuna Sheline- En estos trabajos habíamos
examinado la correlación entre la duración del uso de antidepresivos y
la carga de la proteína beta amiloide a través de exploraciones de PET
en cerebros de los voluntarios de edad avanzada. Ahora, con este nuevo
trabajo hemos dado un paso más
lejos y hemos analizado el efecto prospectivo del citalopram en los
niveles de la beta amiloide en el líquido cefalorraquíedo de sujetos
sanos más jóvenes».
Ya en 2011 los investigadores había testado distintos
antidepresivos en ratones jóvenes alterados genéticamente para
desarrollar la enfermedad de Alzheimer a medida
que envejecían. En estos animales, que aún no habían desarrollado las
placas del cerebro, los antidepresivos redujeron la producción de beta
amiloide en un promedio del 25% a las 24 horas.
En personas sanas
En este nuevo trabajo los investigadores administraron
citalopram a ratones de edad avanzada que ya tenían placas cerebrales.
Jin-Moo Lee, utilizó una técnica llamada ‘imagen de
doble fotón’ para seguir el crecimiento de las placas en los ratones
durante 28 días. Y vieron que el antidepresivo detuvo el crecimiento de
las placas existentes y redujo la formación de nuevas placas en un 78%.
En un segundo experimento los científicos administraron a
una única dosis de citalopram de 23 personas de entre 18 y 50 que no
estaban cognitivamente deteriorados ni padecían depresión. Cuando
obtuvieron muestras de líquido cefalorraquídeo a las 24 horas observaron
una reducción del 37% en la producción de la proteína beta amiloide.
Ahora el equipo está
tratando de comprender los detalles moleculares que hacen que la
serotonina incida en la producción de beta amiloide en modelos de ratón.
«También planeamos estudiar en grupo de adultos
mayores que serán tratados durante dos semanas con antidepresivos -dijo
Sheline-. Y si vemos una caída en los niveles de beta amiloide en el
líquido cefalorraquídeo después de dos semanas, entonces sabremos que esta reducción beneficiosa de la beta amiloide es sostenible en el tiempo».
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